¿Qué le pasa a mi hermanito?

Los hermanos de niños afectados por una enfermedad, SUFREN y MUCHO, no solo tienen que entender que la relación entre ambos será distinta a la de otros hermanos, sino que también tienen que aprender por sí mismos a enfrentar las emociones que esta situación suscita en ellos.

Suelen ser emociones muy variadas entre sí, van desde la tristeza, la culpa, los celos, la angustia, el dolor, el miedo, la rabia, hasta la sensación de abandono.

Me resulta heroico ver como los hermanos en su mayoría tienden a lidiar con estas emociones en soledad, ya que, por lo general no quieren causar más problemas en casa y ocultan sus preocupaciones. Pero créanme los hermanos sufren y mucho.

Por ello, este taller está especialmente dirigido a familias con hijos diagnosticados con alguna enfermedad grave, crónica o terminal. Busca cuidar al hermano sano, proporcionar herramientas psicológicas a las familias y promover el cuidado emocional familiar.